El sector de genéricos pide incentivos y transparencia para garantizar el acceso a los medicamentos

Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de la patronal de los medicamentos genéricos en Espala (AESEG); Ana Sánchez, responsable de Salud de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y Antonio Blanes, director de servicios farmacéuticos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), han compartido en las III Jornadas anuales OKSALUD de OKDIARIO sus propuestas para ofrecer garantías que eviten la falta de medicamentos esenciales para los pacientes. Esta serie de encuentros cuenta con el patrocinio y la colaboración de la Comunidad de Madrid, Cofares, AESEG, Sanitas, Cofares y Provacuno.

Para Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, la conquista social que han supuesto los medicamentos genéricos (el 70% de los medicamentos  declarados «esenciales» durante la pandemia) por su capacidad para mejorar el acceso y contribuir a la sostenibilidad del sistema, requiere ahora protección. A modo de ejemplo, recordaba que si hace 25 años un paquete de omeprazol costaba 36 euros, hoy tiene un precio de 1,20 euros.

Las claves para no perder terreno y hacer frente a los problemas de suministro son, en sus palabras, reindustrialización, aprovechamiento de las nuevas tecnologías y una apuesta por la sostenibilidad. Con 20 fábricas ya en España, el objetivo sería recuperar el terreno perdido en términos producción (en España y en Europa) respecto a otros mercados, y aumentar la capacidad productiva, facilitando el retorno de la inversión. La mitad de los medicamentos genéricos que se venden en España tienen un precio de 1,6 euros o inferior. Otros sectores pueden obtener el retorno de la inversión, trasladando a los precios los incrementos en los costes, “una posibilidad que no existe en el sector del medicamento, ya que el precio está regulado”.

La representante de la OCU ha pedido mayor transparencia en la determinación de precio. Aun estando de acuerdo en la necesidad de que esté regulado, considera que falta información pública sobre el coste de  desarrollar nuevos fármacos, en términos de proporción de inversión pública y privada, entre otros aspectos.

La recuperación de la producción en España y el Viejo Continente tendría para Rodríguez de la Cuerda el efecto de evitar desabastecimientos ante aumentos en la demanda «que han sido un efecto de la pandemia pero también se producen por muchos otros motivos», pero además atraería inversión al país y contribuiría al Producto Interior Bruto.

Antonio Blanes se mostraba de acuerdo en el peso de los precios como uno de los factores clave en el suministro de medicamentos (el otro es la localización de la producción).

Aunque tanto él mismo como el resto de participantes han evitado el alarmismo, han hecho hincapié en que el sector ha tenido que crear herramientas «sobre la marcha» para facilitar el acceso a los fármacos que los ciudadanos necesitan.

Hay 8.000 farmacias españolas conectadas mediante el sistema FarmaHelp, que conecta de forma inmediata a los profesionales para localizar tratamientos alternativos disponibles para los pacientes que acuden a la farmacia y no encuentran su medicamento. Este sistema ofrece 5.000 soluciones al mes desde su implantación.

Es algo que sucede solamente en el 10% de los casos, pero la respuesta debe estar preparada y, «como ha planteado Mar Fábregas, presidenta de AESEG» adelantarse a los problemas, apuntaba el moderador Vicente Gil, periodista  de OK Diario y conductor de «La Antorcha».

En este contexto la digitalización es fundamental. La AEMPS ofrece información sobre suministros, pero el 60% de las incidencias de suministro no figuran en esos datos en el momento. La digitalización ofrecerá soluciones que hay que aprovechar. Ana Sánchez ha propuesto en este punto que ese tipo de información sea accesible a los pacientes «para evitar el peregrinaje en busca de medicamentos». Además, se ha mostrado partidaria de imponer «sanciones ejemplarizantes» a las compañías responsables de las faltas de suministro cuando no exista una causa conocida para la interrupción.